ayudando-a adictos.300x200Los familiares de una persona adicta ven con horror como el adicto pierde todo lo que es valioso. Las relaciones se destruyen porque la persona adicta roba y miente repetidamente. Es común que el cónyuge se vaya y se lleve a los niños por protección.

La amarga verdad de la adicción es que la condición en sí impide su propia resolución. Un programa de rehabilitación puede estar listo para aceptar a la persona, pero él (o ella) muy a menudo desaparece en lugar de iniciar el programa que podría salvarle la vida. Para hacer que esta persona vaya a rehabilitación, lo primero que la familia necesita hacer es comprender por qué sucede esto.

 

Dentro Del Mundo Del Adicto

Cuando la persona ha estado adicta por un tiempo, ha perdido el concepto del disfrute de una vida sobria. Él siente que necesita la droga para poder funcionar, sólo para sentirse normal, sólo para prevenir los malestares de la retirada. La mayoría de los adictos no están realmente logrando el colocón, solo están mantenimiento la adicción, sobre todo cuando ya han perdido el trabajo y dinero y cualquier otra cosa de valor. Pero si deja de usar la droga, los antojos por ella lo volverán tan loco que hará lo que sea para conseguir más droga. Es tan vital como el aire, el agua o los alimentos.

Él ha hecho muchas cosas de las que esta terriblemente avergonzado. Pudo haber vendido drogas y algunas de las personas a las que se las vendió pudieron haber tenido una sobredosis. Pudo haber visto a alguien morir justo en frente de él. Muchos adictos roban a familiares y amigos o puedan cometer robos o asaltos para conseguir dinero para drogas. Tanto hombres como mujeres pueden haberse prostituido sólo para tener un lugar donde quedarse o para tener drogas. Pudo haber sido detenido y sentirse aún más avergonzado. También sabe que ha roto los corazones de aquellos que le aman.

Pero esta persona no es un criminal en su corazón. Por eso se avergüenza. En algún nivel, le importa y recuerda que no siempre fue así. Su familia le hará recordar vívidamente como solía ser cuando esta frente a ella.

Las drogas de cualquier clase ahogan el dolor y la preocupación. Disminuye la conciencia. Cuando se está bajo la influencia de drogas o de copas, la persona adicta puede alejar a la destrucción fuera de su mente. La mayor parte del tiempo, puede ignorar su deterioro físico y su devastación mental y espiritual.

Si considera la sobriedad, toda esa destrucción, dolor, malestares, la culpa y la depresión amenazan con apoderarse de él. No es de extrañar que huya.

 

Cómo Hablarle Sobre Rehabilitación

retirada-de-drogasEn muchos casos, esto se hace mejor con la ayuda de un intervencionista experimentado porque la familia esta normalmente tan angustiada y emocionalmente involucrada que difícilmente abordará al adicto con calma. Pero se puede hacer si la familia es fuerte y tienen suficiente determinación.

 

La persona adicta tendrá que ser abordada en un momento del día en que normalmente está más sobria.

Por lo general es cuando se levanta después de haber dormido. La persona elegida para hablar con él debe ser la persona más tranquila, disciplinada y con autoridad en la familia, idealmente alguien que le inspira respeto al adicto.

 

Las acusaciones o críticas son inútiles

Hablar con calma es lo único que va a funcionar para hacer que la persona adicta se sienta segura. Dialoguen sobre su problema actual, haciéndole ver la situación que está creando para sí mismo por el uso de drogas.

Usualmente, el adicto acusará a otros de lo que le hace ser de esa manera, encontrará faltas y le echará la culpa a otros. Esto es sólo parte de la personalidad creada por el uso de drogas. Explíquele suavemente cómo podría ser la vida si él lograra su sobriedad. Pídale que recuerde cómo era la vida antes de que comenzara a usar drogas – siempre suavemente, pacientemente.

 

Esté alerta a cualquier comentario sobre la forma en que está cansado de usar drogas o de sus deseos de que pudiera dejar de hacerlo.

Si hace este comentario, no lo ataque. Sólo anímelo suavemente y ofrezca ayuda. Recuerde que en su corazón, él desea salir de las drogas, él desea poder volver a ser como era antes. Esto es verdad, no importan las palabras que salgan de su boca. Simplemente no le parece posible en el momento.

Si finalmente hace una declaración definitiva sobre el deseo de dejar las drogas o la bebida, háblele de la rehabilitación que ha encontrado para él. Sí, es necesario que tenga esto coordinado antes de esta conversación para que cuando llegue el momento, básicamente pueda empacar sus maletas y llevarlo al centro de rehabilitación. Haga que esa transición sea lo más rápida posible, porque cuando la retirada comience a afectarlo, lo mejor es que él este entre las personas que le puedan apoyar y tengan el conocimiento y la experiencia para hacer el proceso lo más tolerable posible. Si él permanece en casa mientras intenta pasar a través de la retirada, la necesidad de usar drogas será tan fuerte que saldrá para buscar más drogas y usted tendrá que empezar todo de nuevo.

Si usted toma cada paso que se describe aquí y no funciona, no todo está perdido. Ahora es el momento de llamar a un intervencionista profesional. Esto aumentará las posibilidades de éxito.

La red de centros de rehabilitación Narconon sabe el valor de una intervención experta y mantiene relaciones con intervencionistas exitosos en muchas partes del mundo. Llame al 1-800-775-8750 y hable con uno de nuestros consejeros que puede ayudar a organizar esto para usted.

Una vez que su ser querido llega al centro de rehabilitación, necesita de un programa que le dé el tiempo necesario para reparar el daño y encontrar alivio a su abrumadora culpabilidad. Él tendrá que reconstruir sus habilidades para llevar una vida sobria con el fin de mantenerse sobrio cuando salga del centro. Durante casi cincuenta años, los centros de rehabilitación de drogas Narconon han ofrecido exactamente este tipo de ayuda a personas adictas a todo tipo de drogas o alcohol. Para comprender cómo el programa Narconon puede ayudar a que su ser querido se recupere de este daño y vuelva a la vida, llámenos al 1-800-775-8750.